Cuadros a carboncillo, dibujos a carboncillo
Los cuadros a carboncillo, dibujos a carboncillo son una técnica artística en la que se utilizan palillos de madera carbonizados de distinto grosor para realizar figuras de acabado muy logrado, y que, en técnicas contemporáneas, se asemejan a las fotografías. Esto ha derivado en curiosas composiciones de retrato a carboncillo.
UN FANTÁSTICO REGALO
Los cuadros a carboncillo son fantásticos regalos para parejas y familias, ya que captan momentos especiales de la vida de los seres queridos. Sirven como retratos plásticos y visuales, evitando recurrir a la típica fotografía y dándole un toque mucho más artístico y renovado a los domicilios, en los que se suelen colgar.
Uno de los principales inconvenientes de los dibujos en carboncillo es la suciedad que puede producirse en el lienzo, si no se realiza con la suficiente limpieza y cuidado. Por ello, es más que recomendable acudir a profesionales que, además de garantizar una óptima realización, logran composiciones limpias y cuidadas, bien enmarcadas y con un formato adecuado a los requerimientos del cliente.
UNA TÉCNICA MUY ANTIGUA
Como técnica de dibujo preparatoria, podemos datar el carboncillo en fechas tan antiguas como las pinturas rupestres. Normalmente, tras el dibujo en carbón, más fácil de deslizar en cualquier superficie, así como de borrar, si es preciso, se aplicaban las capas de pintura permanente en color. Esta fue la primera técnica de dibujo del hombre.
El uso como preparatorio de frescos y cuadros al óleo se remonta al Renacimiento, y ha sobrevivido hasta la actualidad. Sin embargo, sus capacidades creativas, el hecho de que pueda ser fácilmente difuminado y el uso por parte de la fotografía han acabado dándole un sentido propio en las últimas décadas.
Así, los dibujos a carboncillo se han independizado y hoy es tremendamente usual ver a profesionales, tanto a domicilio como callejeros, trabajando en esta técnica. No pierdas más tiempo y pide tu propio retrato a carboncillo con «Retratos a Lápiz«.