He sentido la necesidad de cambiar de logo y currármelo esta vez mucho mas ya que el anterior lo hice hace 4 años y cuando uno empieza cualquier proyecto nunca se sabe donde puede acabar y lo hice un poco de manera rápida y para salir del paso. Esta vez le he puesto todo mi saber hacer en este nuevo logo ya que sentía que podía hacerlo mucho mejor que la otra vez.
Le he añadido también una inscripción en el logo en latín que pone «Ars perfundet omnia luce» que significa que el arte llena todas las cosas con su luz. Quería poner eso porque en mi vida el arte es el que ha puesto en la mayoría de ocasiones luz ante la oscuridad.
¡Espero que os guste !
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Este es el regalo que necesitas para impresionar 😉
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La belleza del retrato personalizado es algo incomparable. Es por ello que la delicadeza de los dibujos hechos a mano y a lápiz son algo que, tradicionalmente, ha sido muy valorado por la sociedad.
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De hecho, el retrato pictórico es un género donde, al representar la apariencia visual de la persona, el autor expresa también su propia visión de la persona: su carácter, su personalidad, su forma de relacionarse.
Los retratistas iniciaron su popularidad entre la realeza, además de entre personajes ricos y poderosos.
Después, la tradición se trasladó hacia personas públicas. Actualmente es muy común que particulares realicen encargos de retratos a lápiz, ya que los retratistas siempre han trabajado por encargo. Por eso, hoy en día la calidad de un retrato a lápiz es muy buena, ya que tradicionalmente es algo muy valorado, especialmente en Occidente. Esa es una buena razón por la que un retrato a lápiz puede convertirse en un regalo idóneo para amigos, familiares o compañeros. Además, te damos 4 razones más por las que deberías regalar un retrato a lápiz la próxima vez que quieras conmemorar a alguien en un día especial.
Por un lado, encargar un retrato a mano te llevará a apoyar a personas que se ganan la vida con un trabajo artístico, que requiere mucho tiempo y sensibilidad.
Apoyar el arte, hoy en día y debido al contexto actual en el que vivimos, es algo muy importante. De este modo, regalar un retrato a lápiz es un modo de apoyar a aquellos oficios artísticos que se encuentran casi en proceso de extinción.
Los artistas que se dedican a realizar retratos a lápiz han dedicado muchas horas de su vida a aprender la técnica del dibujo, a estudiar las formas humanas y de la naturaleza, así como a invertir dinero en su propio material para poder avanzar.
Vale la pena apoyar todo este esfuerzo regalando retratos a mano.
Por otro lado, regalar un retrato hecho a lápiz significa realizar un regalo único e irrepetible. Estamos muy acostumbrados a trabajar y a vivir dentro de una sociedad consumista, en la que la mayoría de nosotros no tiene ningún tipo de necesidad física.
Por esa razón, es tan difícil encontrar un regalo perfecto para nuestros seres queridos. A través de la compra de un regalo personalizado, en este casodibujos a lapiz, estamos realizando algo único, especial y, sobre todo, que nadie más en el mundo tendrá.
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La personalización de tu regalo será máxima, por lo que la persona a la que le regales el retrato se sentirá especial y valorada.
Otra de las razones por las que deberías regalar un retrato a lápiz es que con este obsequio la persona tendrá algo muy especial con lo que decorar su casa. Viviendo en una sociedad avanzada, sufrimos la globalización y la homogeneización de los estilos.
Con un retrato personalizado hecho a mano, el hogar de la persona por fin tendrá ese estilo distintivo tan deseado hoy en día.
Regaladibujos a lapiz y consigue regalar algo inolvidable. Esa es, sin lugar a dudas, la razón más importante por la que regalar un retrato.
Los retratos por encargo han sido algo común a todas las épocas. Representar los rostros en la pintura ha formado parte de la evolución de la historia del arte. Los retratos por encargo han ayudado a hacernos una idea de cómo eran los rasgos distintivos de cada época en cuanto riqueza, poder, y estatus social. Gracias al encargo de algún mecenas, tú puedes disfrutar de algunas de las obras más importantes.
En el Museo del Prado puedes observar no solo el retrato, sino uno de los cuadros más famosos de la historia. Las Meninas de Velázquez fue terminado en el año 1656 durante el reinado de Felipe IV. El encargo del rey era un retrato de la infanta Margarita de Austria, en cuya ejecución Velázquez puso toda su habilidad, creando un enigma técnico que aún perdura.
Otra de las obras más enigmáticas y famosas es el Retrato de Lisa Gherardini. Su esposo, Francesco del Giocondo encargó a Leonardo da Vinci que retratase a su mujer. Una obra que ha dejado múltiples interrogantes desde 1519 y millones de visitas anuales al Louvre para ver a uno de los mejores exponentes del sfumato.
Las Meninas tiene cierto paralelismo con la obra del pintor flamenco Jan van Eyck, el Retrato de Giovanni Arnolfiniy su esposa (1434), donde el uso del espejo es de notable pericia. Encargado por el marido, es uno de los primeros retratos por encargo no eclesiásticos que se conservan.
El poder económico de la Iglesia facilitó el desarrollo de la pintura. Dos ejemplos dignos de destacar y encargados directamente a los pintores son El Cardenal de Rafael (1510) o el Retrato de Inocencio X (1650) del propio Velázquez, donde el papa, que sabía de su maestría, quiso posar para él.
Los retratos por encargo son fuente primordial del arte y uno de los indicadores de las características de una sociedad.
Retratos por Encargo en la Historia: Un Viaje a Través del Arte
Los retratos por encargo han sido una parte integral de la historia del arte, capturando la esencia de personas y épocas. A lo largo de los siglos, estos retratos han servido no solo como representaciones visuales, sino también como testimonios históricos y culturales. ¿Alguna vez te has preguntado cómo y por qué surgieron los retratos por encargo? Acompáñanos en este fascinante recorrido y descubre cómo han evolucionado a lo largo del tiempo.
Introducción: El Misterio de los Retratos por Encargo
Imagina una época en la que no existían las cámaras fotográficas. ¿Cómo crees que las personas preservaban la imagen de sus seres queridos, o cómo los gobernantes demostraban su poder y riqueza? Los retratos por encargo no solo eran una forma de capturar la apariencia de una persona, sino también una ventana al pasado, revelando detalles de vestimenta, costumbres y estatus social. En este artículo, exploraremos cómo los retratos por encargo han jugado un papel crucial en diferentes épocas históricas y qué los hace tan especiales.
El Nacimiento de los Retratos: Desde las Primeras Civilizaciones
Los Inicios en el Antiguo Egipto
Los primeros retratos conocidos datan del Antiguo Egipto, donde los faraones y nobles encargaban retratos para ser incluidos en sus tumbas. Estos retratos, realizados en frescos y esculturas, no solo representaban a los individuos sino también a sus dioses y creencias religiosas. La precisión y el detalle eran esenciales, ya que se creía que estas imágenes ayudaban a los difuntos en su viaje al más allá.
Grecia y Roma: La Evolución del Realismo
En la antigua Grecia, el arte del retrato se centraba en capturar la perfección idealizada de la figura humana. Los escultores griegos eran famosos por sus representaciones de dioses, héroes y ciudadanos prominentes. Con la llegada del Imperio Romano, el realismo se convirtió en la norma. Los romanos se enorgullecían de los retratos extremadamente detallados, que mostraban incluso las imperfecciones del rostro humano, simbolizando poder y personalidad.
La Edad Media: Retratos en el Contexto Religioso
Durante la Edad Media, los retratos por encargo tomaron un giro más religioso. Los retratos de santos y figuras religiosas se convirtieron en comunes, con un enfoque en lo simbólico más que en lo realista. Los artistas medievales a menudo representaban a sus sujetos en contextos divinos, utilizando colores y elementos estilizados para transmitir espiritualidad y devoción.
El Renacimiento: El Resurgir del Individualismo
El Renacimiento marcó un renacer del interés por el individuo y el realismo en el arte. Artistas como Leonardo da Vinci y Rafael llevaron los retratos por encargo a nuevos niveles de precisión y detalle. Los retratos no solo capturaban la apariencia física de una persona, sino también su carácter y estado emocional. La Mona Lisa de Leonardo es un ejemplo icónico de este período, destacada por su misteriosa expresión y técnica innovadora.
Barroco y Rococó: La Opulencia y el Drama
En los períodos Barroco y Rococó, los retratos por encargo se volvieron más opulentos y dramáticos. Artistas como Rembrandt y Velázquez utilizaron luces y sombras para crear profundidad y emoción en sus retratos. Estos retratos eran frecuentemente encargados por la nobleza y la realeza, quienes deseaban mostrar su riqueza y poder a través de elaboradas composiciones.
El Siglo XVIII: La Expansión del Retrato
El siglo XVIII vio una expansión en la popularidad de los retratos por encargo. No solo la nobleza, sino también la clase media emergente comenzó a encargar retratos. Este período también marcó el auge de los mini retratos, pequeñas obras portátiles que permitían a las personas llevar consigo imágenes de sus seres queridos.
Siglo XIX y XX: La Revolución del Retrato
Romanticismo y Realismo: Nuevas Perspectivas
Durante el siglo XIX, movimientos como el Romanticismo y el Realismo transformaron la manera en que los artistas abordaban los retratos por encargo. Artistas como Goya y Courbet comenzaron a enfatizar las emociones y la vida cotidiana en sus obras, alejándose de las representaciones idealizadas y centrándose más en la realidad del individuo.
Impresionismo y Modernismo: Innovación y Experimentación
Con la llegada del Impresionismo, el enfoque en los detalles precisos dio paso a la captura de impresiones fugaces y efectos de luz. Artistas como Monet y Renoir revolucionaron el retrato, experimentando con nuevas técnicas y colores. En el siglo XX, movimientos como el Cubismo y el Surrealismo, liderados por Picasso y Dalí, llevaron la experimentación aún más lejos, creando retratos abstractos que desafiaban las convenciones tradicionales.
El Retrato en la Era Digital: Nuevas Fronteras
Fotografía y Arte Digital
Con la invención de la fotografía en el siglo XIX, el arte del retrato sufrió una transformación radical. La fotografía permitió capturar la realidad con una precisión sin precedentes, lo que cambió la manera en que las personas veían y encargaban retratos. En la era digital actual, los artistas tienen a su disposición una vasta gama de herramientas digitales, desde software de diseño hasta impresoras 3D, lo que abre nuevas posibilidades para los retratos por encargo.
Retratos por Encargo Hoy
Hoy en día, los retratos por encargo siguen siendo populares, adaptándose a las nuevas tecnologías y gustos contemporáneos. Artistas modernos continúan explorando nuevas formas y medios, manteniendo viva la tradición de capturar la esencia humana a través del arte.
Conclusión: La Evolución Continua del Retrato
Desde las tumbas del Antiguo Egipto hasta las pantallas digitales de hoy, los retratos por encargo han evolucionado continuamente, reflejando los cambios en la sociedad, la tecnología y el arte. Cada retrato es un testimonio del tiempo en el que fue creado, una ventana al alma del sujeto y al mundo que lo rodea. La historia del retrato por encargo es, en última instancia, una historia de humanidad, creatividad y cambio.