Aprender a dibujar en un mundo acelerado, disperso y condicionado por la tecnología, las artes plásticas se han convertido en unos oasis a los que recurrir cuando el estrés nos atenaza. Sumergirnos en la tarea de dibujar o pintar no solo es divertido y relajante, sino que están demostrados los beneficios psicológicos y emocionales de cada trazo o pincelada.
Toma nota
Además de ser una de las formas más creativas de expresión y comunicación, aprender a dibujar es algo al alcance de cualquiera. Los materiales son asequibles y pueden ser tan sencillos como el lápiz y papel complicarse un poco más, en función de la técnica y del nivel de dificultad que queramos alcanzar.
Lo primero es hacerte hueco. Busca una superficie amplia para colocar tu bloc o papel. Puede ser una mesa normal, pero cuida las inclinaciones y alturas, para no dañar tu espalda. Otra opción es usar una tabla o un portapapeles.
Conseguido el lugar, tendrás que elegir las herramientas. Algunos dibujantes se decantan por útiles específicos para realizar sus bocetos, como los marcadores chinos. Estos lápices grasos envueltos en papel no se venden en cualquier librería, pero, hoy en día, podemos encontrarlos fácilmente por Internet y su principal ventaja es que resbalan, para que los trazos sean dinámicos. En ellos, los principiantes pueden encontrar unos buenos estímulos para practicar.
Para realizar dibujos elaborados, sin embargo, son preferibles los clásicos lápices de grafito, de diverso tipo. Fundamentalmente, se diferencian por su grado de blandura y grosor. Cuanto más gruesos y blandos, mejor servirán para bocetos y dibujos a mano alzada. No obstante, para ir al detalle, te recomendamos los lápices duros, que ofrecen trazos tenues y precisos.
Si estás empezando, te aconsejamos no borrar las marcas erróneas, lo que te permitirá ir viendo dónde mejorar. Si optas por hacerlo, puedes conformarte con la goma de toda la vida o hacerte con una de masilla moldeable, que no deja rastro y permite amasarla, para que adopte la forma deseada.
Materiales para aprender a dibujar
El tipo de papel también influye de forma decisiva en los resultados. Para empezar, decántate por un material suave, liso y por el que el lápiz se deslice sin problemas. Para dibujos finales, te recomendamos optar por un papel con más grano. Para sacar tu arte a pasear, hazte también con un cuaderno de bocetos, más práctico que los aparatosos blocs.
Preparado el esqueleto de tu obra de arte, toca dar el acabado final al dibujo, para lo cual hay varias opciones. La más socorrida es la pluma, que consolidará los trazos con la tinta que escojamos y utilizando diferentes estilos con plumillas de distinto grosor. Esta técnica requiere práctica, pero con paciencia se llega a dominar.
En el reto de enfrentarte a la página en blanco, apunta un consejo: primero, dibuja las líneas básicas que conformarán el esqueleto de la obra; después, utiliza el sombreado, para dotarla de luz y profundidad.
Explora también otras técnicas: lápices de color; lápices de acuarela, que se activan con agua; rotuladores, que ofrecen una amplia gama de puntas; o dibujo con pincel. Las opciones son muchas y hay que ir paso a paso. ¡A dibujar!
fuentes de información:
https://www.domestika.org/es/courses/138-dibujo-para-principiantes-nivel-1
http://dibujando.net/tutorial/materiales/materiales-dibujo-233